No te culparé. No has estado aquí.
Había pensado en olvidarte. Pero, no es algo que se elige. Simplemente, me levanto cada puta mañana pensando en ti. Había pensado que mi sin ti sería un conmigo. Había pensado en sonreír e incluso en ser feliz. Pero te vuelvo a ver aun teniendo los ojos cerrados. Había pensado en vivir, para comprender que una lucha de gigantes es una lucha de iguales. Había pensado que no debía pensar porqué acababa pensándote.
Permíteme que reviente cada lugar en el que fuimos felices. Quiero que todo salte por los aires. Como saltó mi corazón al cerrar mi puerta. Como saltaron mis lágrimas al darme cuenta de que te habías ido. Caer al vacío siempre me pareció igual de posible que arder en él. Lo cierto es que caí, y en al vacío no hay fuego. No quedan las cenizas de un adiós descortés. Como estar en el ojo tuerto del huracán; no supe verlo, no pude arreglarlo. Y ya no sé si esto es solo un paso más hacia nuestra perdición o un paso más hacia mi rendición.
Cada instante que recuerdo es una punzada a mi corazón. Otro latido sin sentido. Creo creer que estoy por encima de todo esto. Que ya he pasado página. Pero vuelvo a hojear las huellas que nos dejamos cada uno en el otro. No hay mayor tatuaje con mejor recordatorio que la vez que me estrellé en el cielo de tu sonrisa.
Quiero que tu boca vuelva a dispararme a sangre fría. Quiero dormir sobre los cristales rotos que reflejaron nuestros besos. Quiero dejar claro que todo estará oscuro. Quiero no arriesgar para ganar. Y perderé… Aquí, no esperen un final feliz.
No te culparé. No has estado aquí.
Mensajes sin remitente 