De noches y velas

Nos abrazamos como si hubiéramos vivido una pesadilla. Le dije que había historias preciosas, con un bonito final, escritas por valientes cobardes. Me contestó -te quiero- con la boca pequeña. Como si tuviera más miedo a que lo supiera que a decirlo. Me di cuenta antes de que sus lágrimas se precipitaran por sus mejillas… Sigue leyendo De noches y velas